Conclusión para un mundo mejor


El otro día, no recuerdo bien cuando, simplemente se que fue otro día, paré las orejas ante una afirmación que escuché de una señora hablando con otra. El escenario fue el colectivo. Vieron como son estas cosas, se sube una viejita y a la parada siguiente se sube otra viejita y se sientan juntas. No se conocen, pero se ponen a hablar como si fuesen amigas desde siempre. Empiezan con: “Que calor” (o que frío, dependiendo la época del año), y se despliegan temas como jubilación, presidente, gobierno, dictadura, situación actual. En fin, todo eso.
Como yo soy muy atenta, en realidad muy chusma, presté mucha atención a cada una de las frases y lo más interesante fue cuando escuché: “Los accidentes automovilísticos son provocados por culpa del estrés”. Lo primero que se me cruzó por la cabeza fue “Uy, pobre estrés. Siempre tiene la culpa de todas las enfermedades y ahora es culpable de los accidentes también. Que mal se debe sentir estrés”.
Las señoras, chochas en su mundo, dejaron de ser mi centro de atención. De hecho me sorprendí al escuchar esa frase. Hay tantas frases disparatadas que se pueden oír sobre un mismo tema, pero esta fue la mejor y en cierto sentido tiene mucha lógica.
Convengamos que la Ciudad de Buenos Aires es un caos. Desde que tengo uso de razón, es decir desde mis 17 años (edad donde salí de mi cascarón y me enfrenté al vicioso mundo laboral), el centro porteño fue siempre un dolor de todo. Más si se usa el transporte público. Peor si en medio de un taco (forma de decir embotellamiento en chile), hay un accidente. Ni hablar de las ganas que se tienen de insultar a un moribundo que se tiró en las vías de un tren y provoca demasiados problemas de tiempo. No hay cartelito de concientización que sirva.
Sin escaparme mucho del análisis sobre la frase de la viejita en el colectivo, retomemos. ¿Qué es el estrés? Cualquiera de nosotros, que no somos médicos, diría: El trabajo, la familia, la pareja, bla, bla, bla. No vamos a hacer un análisis completo de lo que es el estrés, porque soy simplemente una jovencita con pocos conocimientos médicos. Entonces prestemos atención a la siguiente reflexión (y estás en todo tu derecho de corregir mi planteo):
- La presión laboral que provocan los trabajos, como ventas, manejo de mucho dinero, entrada de mercadería para la producción inmediata de calcetines color blanco y azul (fue lo primero que se me ocurrió), entre otras, hace que el organismo se acelere a tal punto que mañana te pescas una gripe porcina, aviar y carnívora junta.
- El gran dilema de los jueves (o el día que más te guste) ¿Dónde nos juntamos con la familia el domingo? Resulta que se desata una cadena de propuestas que a nadie le viene bien, porque fulano de tal no se banca al hermano de su pareja o porque la suegra no quiere que venga el vago del novio de su hija o porque la comida que hace la abuela es demasiado condimentada, o vaya a saber uno que otra cosa más. Entonces terminan todos llorando, con rencores y no se juntan más.
- Otro problema es que quizás ella se levanta una mañana, ve la tapa del inodoro levantada y se le arruinó el día. Le habla mal al marido a la mañana, lo ridiculiza al pobre infeliz en público, le hace la comida más fea del mundo y como si fuera poco, le agarra una terrible jaqueca a la hora de ir a dormir. Entonces ¿Qué pasa? El hombre se levanta al día siguiente mal, deja la tapa del inodoro levantada, porque sabe que le molesta a la esposa, entonces llega tarde a cenar porque se quedo con los amigotes tomando cerveza y viendo el partido. Así sucesivamente hasta que uno de los dos abandona la situación.
Imagínense, todas estas situaciones son factores que generan el estrés. “Guau!” me dije después de llegar a tal loca conclusión. Pero como a veces me pongo a pensar un poco sobre las medidas que se pueden tomar para hacer de Buenos Aires un lugar mejor (porque no se olviden de “Haciendo Buenos Aires”) la solución está frente a nosotros.
Si el trabajo, la familia y la pareja provocan estrés y, por consecuencia, hay accidentes, entonces:
No al trabajo, si al spa
No a la familia, si a la soledad
No a la pareja estable, si al Touch and Go
Tranquilos… es solo una ilógica y loca conclusión. ¿O no?

8 comentarios:

Nawe dijo...

jajaaj me gusto la parte que dice SI AL TOUCH AND GO
jajaja
na, pero hablando en serio... Responsabilidades tenemos todos, sean menores o mayores... Por lo tanto siempre hay una cuota de estres. De todos modos el stress que se vive en esta ciudad (y en muchas mas metropolis del mundo desde ya) es muy particular... Creo que es de ese tipo de stress que enferma psico y fisiologicamente hablando... Yo te puedo asegurar que si te vas a un pueblo no muy lejano de este cemento urbano hay tambien strees, pero estoy seguro de que la gente vive mucho mejor y tambien tiene mejor trato para con uno! Es mucho mas amable, no tan insegura del projimo como es aca, sencilla...
Los porteños somos muy histericos, tenemos que tratar de ser mas simples en algunos detalles..
Por ejemplo: ¿es necesario cagar a bocinazos a un auto porque no avanza cuando está la luz verde?¿es necesario enojarse porque ese auto nos hizo perder unos segundos de nuestra vida?
Soy partidario de que el tiempo hay que aprovecharlo al maximo, pero por otro lado es ridiculo que muchas veces nos enojemos (obviamente me incluyo porque soy el primero que vive estas cosas) por cosas tan simples y de poca profundidad!
En fin... en pocas palabras yo opino que no se vive bien en esta ciudad, talvez economicamente si, pero no creo que valga la pena.
Intercambio vida tranquila en vez de agarrarme un sobrestress y cagarme muriendo del corazon a los 70 u 80.
Saludos pri, sere fiel a tu blog (por lo menos tratare)

Re-p dijo...

Muchas gracias Nawe! increíble, y muy cierto lo que decís. Yo lo que pienso lo escribo y me río porque es la mejor forma de tomarse las cosas con calma! NO AL ESTRÉS, SI AL SPA GENTEEEEEEEE cuando el blog se haga famoso, si es que se hace prometo sesiones en spa!!!!!

Un minuto más dijo...

No sé si conozco del tema. La primera vez que tuve un contacto con el stress fue hace un par de años. La doctora me dijo: "Esa reacción alérgica se debe al stress. Tenés que tranquilizarte un poco".
Y no lo culpo por los inconvenientes que tengo... Los resuelvo y vivo lo más feliz posible, sin problema alguno.
Dejemos al stress de lado y no nos preocupemos por todo!
Amiga, tu nota me atrapó. (Eso quiere decir que me gustó!!!)

Re-p dijo...

Me alegro day! ahora estoy estresada también. Pero la realidad es que hay que tomarse las cosas con mucho humor. Si no, no tiene sentido.
"vamos a jugarle a esta vida estresante un ramo de sueños" jajajajajja...

Maximiliano De Pietro dijo...

El estrés (o stress, o como fuere) tiene su encanto. Demuestra que estamos vivos. El stress se produce porque uno tiene contacto con la sociedad que nos rodea... Personalmente me procuparía el día que no tuviese cierto grado de stress (de sobrecarga ante la sucesión de jornadas) porque eso significaría que, o estoy viviendo de la nada, o algo extraño sucede.

Además, gracias al stress es que disfruto tanto de las vacaciones. O de los ratos libres (en criollo: estar al pedo tremendamente)... Los acordes suenan distintos después de un día duro, duro, duro. Es como el sufrimiento, que está ahí para demostrarnos cuando es que somos felices, porque si viviesemos en una felicidad constante, no seríamos capaces de darnos cuenta de ella.

Un saludo

Maxi (de TEA)

PD: Yo a las viejas me gusta cebarlas (no, no soy un pervertido sexual). Caso cola de banco: -La fila no avanza más- dice la señora -Eso es porque hay pocas cajas abiertas, va a ver como a las 15, cuando cierra el banco, se ponen a laburar todos- le responde el metepúa... La señora con cara de indignación: "Qué vergüenza". Ojo que hay días que de esas charlas se ven cosas interesantes, como una que me contó cuando lo fue a ver a Eric Clapton cuando era jóven en EEUU. Mundo loco.

Re-p dijo...

Ja!Ja!Ja! asi que te gusta cebar a las viejas maxi! mira vos? sos un pervertido moral querido.
El punto de vista que diste del estrés estuvo muy bueno, es verdad. Digamos que me pasa que cuando estoy de vacaciones necesito volver a la rutina. Yo lo miro desde ese punto, el estrés es una adicción.
Besote maxi, mi compañero de boletines!!

Nicolás A. Bajkó dijo...

Che, felicitaciones por el Blog primero que nada.
La nota me gustó mucho más al principio que cuando describís las situaciones estresantes, pero apoyo la misión de si al TOUCH AN GO.
Eso sí, creo que el estrés va en cada uno, vos podes engancharte en todos los quilombos de la vida diaria o no darle pelota. Más allá de reírte o no de las cosas, me parece que el truco está en restarle importancia a lo que es poco importante. O sea, si hay mucho transito y tardamos 2 horas en llegar a casa, ¿es taaaan grave? Bueno, si te pasa todos los días, ¡replantéate cambiar de trabajo!
Yo trato de no engancharme en todas las situaciones que generan estrés (y sí que son muchas), a veces lo logro y otras no. Pero por suerte tengo el aliciente de que voy a ver a mis preciosas amiguitas de TEA tres veces por semana y eso me quita cualquier estrés que pueda tener.
Besos y ¡felicitaciones nuevamente!

Re-p dijo...

Veo que lo del touch and go causó cierto revuelo, va en contra de mi criterio, pero fue una conclusión lógica para el planteo del relato jajaja...
Tenes toda la razón en lo que decis, el estrés no está en lo externo del mundo sino en lo interno de cada uno. Relaaaax!
Gracias nico por tu coment y por pasarte y tmb seguirme! te mando un abrazote y este finde escucho el programa...

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